Categoría: texto

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La laguna verde

   El matón atenazaba sus tripas desde dentro y Joaquín se retorcía de dolor. Gotas de sudor grueso le bañaban el rostro; el sufrimiento se consensaba y caía en forma de lágrimas. No importaba cuánto sus dientes crujiesen de impotencia,...

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LA BUFANDA

El aeropuerto de Ezeiza estaba abarrotado. Todos los vuelos habían sido demorados hasta que pasara la fuerte tormenta eléctrica que se abatía sobre la zona. La gente, bastante alterada, iba y venía en la sala de embarque. Mientras miraban sus...

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Más allá del cielo

En la Clínica Central, en el área para terminales, en cama especial persistía Adam: esperaba la fecha de partida. Aguardaba, para lo antes posible, la respuesta a un mail suyo, impreso, que tenía impreso en su mano derecha. De dicho...

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NO HAY DERECHO

En los confines del horizonte, estalla una bomba nuclear. Durante años y años, cada célula de cada ser vivo será deshecha por partículas invisibles que penetran todo… Sin que nadie pueda defenderse, sin refugio ni lugar en donde esconderse.  ...

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La isla

Estaba suspendida en el aire bajo un cielo azul. Delante de mí pasaron unos pelícanos que gritaron: «¡Podés volar por obra y gracia del Espíritu Santo!». Desplegué los brazos imitando a los cóndores del sur. Envalentonada por la agilidad que...

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Ernesto de la Calle

El barrio de Liniers tiene un trazado bastante particular: abundan los pasajes con nombres de flores o pájaros, algunas veces interrumpidos por calles más amplias, adornadas con imponentes plátanos.  La curiosidad me surge cuando encuentro una diagonal: mi espíritu aventurero...

Pala 19

A VECES, UN SIAMÉS PUEDE DESNUDARTE

Ni la humedad ni el frío acobardaron al siamés del departamento vecino. Apuntando las pupilas sobre aquello que le interesaba, hacía horas que iba y venía sobre el parapeto de madera del balcón. Al aquietarse, apretaba las garras contra la...

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Los gajos de rosas blancas

—¡Yo no lo maté! ¡Lo juro! ¡Yo no lo maté! —exclamó la viuda de monsieur Montand, tapándose el rostro con ambas manos y dejando caer medio cuerpo sobre el escritorio que la separaba de un estrado. Su abogado, que caminaba detrás de...

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De cuerdas y adoquines

Ahí está como siempre: el viejo de la guitarra haciendo bailar las mañanas con su música. La gente sonríe cuando lo escucha. Cuando toca, enciende su presente apagado. Vibra con las cuerdas y respira hondo mientras sus orejas tiran de...

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La lección de Literatura

—¡Pleonasmo! —sentenció la de Literatura—. ¡Esto es clara y redondamente un pleonasmo! —¿Un pleo qué? —pregunté incrédulo, convencido de estar escuchando ese término por primera vez en mi vida. —Pleonasmo alummmno. —Y extendió la m de la palabra alumno como...

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