Cómo se escriben los diálogos
Vamos a repasar las reglas principales de la correcta puntuación en los diálogos:
En primer lugar, siempre se usan rayas largas (—), nunca el guion (-).
Cada vez que cambie el interlocutor deberá utilizarse una nueva raya de diálogo en párrafo aparte. Es decir, lo correcto es iniciar un nuevo párrafo con cada intervención, y no mezclar diferentes voces de corrido:
—Tengo que decirte algo —susurró Carlos.
—¿Qué? —preguntó Mónica.
NO:
—Tengo que decirte algo —susurró Carlos. —¿Qué? —preguntó Mónica.
Todas las acotaciones del narrador, es decir, los comentarios que no pertenecen a lo dicho en el diálogo, deben encerrarse entre rayas. Si luego de la acotación continúa hablando el personaje, se cierra con otra raya de diálogo antes de continuar. Si no continúa hablando la persona, solo debe ir una raya al comienzo, pero no al final de la acotación:
—¿Te parece si vemos esta película? —preguntó ella señalando la pantalla—. Yo no la vi.
—¡Claro! Me encanta la idea —contestó su amiga.
NO:
—¿Te parece si vemos esta película? —preguntó ella señalando la pantalla. Yo no la vi.
—¡Claro! Me encanta la idea —contestó su amiga—.
La raya inicial siempre va pegada al comienzo del diálogo (sea una letra o un signo), y luego a las acotaciones, como se indicó en el punto anterior. Solo debe ir un espacio antes de las rayas que acotan y luego de las que cierren una acotación. El signo de puntuación que corresponda (punto, coma, punto y coma, dos puntos) va después de la raya que finaliza la aclaración, y luego el espacio.
Cuando la acotación incluye verbos de habla (dijo, preguntó, contestó, susurró, exclamó) no se utiliza punto final en lo dicho y la acotación comienza con minúscula. En cambio, si la acotación no incluye este tipo de verbos, la intervención del personaje sí finaliza con punto y luego de la raya se comienza con mayúscula:
—¿Qué estás haciendo?
—Nada —respondió el chico—. Solo estoy mirando.
—Ah. —Lo fulminó con la mirada—. Bueno.
NO:
— ¿Qué estás haciendo?
— Nada—Respondió el chico —.Solo estoy mirando.
— Ah.—lo fulminó con la mirada. —Bueno.