Luisa Valenzuela – OTRO

Ella va caminando por el parque, su pelo al viento, cuando aparece el otro surgido de la nada. Un muchachito con idénticos pantalones negros y la cara totalmente pintada de blanco, una máscara sobre la cual de manera inexplicable se sobreimprime la máscara de ella: sus mismas cejas elevadas, sus ojos azorados. Ella sonríe con timidez y él le devuelve exactamente la misma sonrisa en un juego de espejos. Ella mueve la mano derecha y él mueve la izquierda, ella da un paso amplio y él da el mismo paso, el mismo modo de andar, los idénticos gestos, las cadencias.

Empieza el juego de proyectos, proyecciones. Fantasías como la de lavarle la cara al otro y encontrar tras la pintura blanca la propia cara. O acoplarse con él como una forma un poco torpe de completarse a sí misma. O dejarlo partir y quedarse sin sombra.

Vanos proyectos mientras el otro la va siguiendo por el parque, reflejando cada uno de sus gestos. Adentrándose cada vez más en la espesura a dos pasos de distancia. Las mismas expresiones. Hasta que él cruza, sin avisar, sin proponérselo, el abismo separador de los dos pasos y ocupa el lugar de ella. Para siempre.

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4 Respuestas

  1. Adriana Daniele dice:

    Qué buen cuento! Es hermoso, sin vueltas. Pero si uno quiere buscar algo más que la belleza, está la identidad de género, la libertad y la alegría de decidir.

  2. carlos dice:

    Me gusto. Un adecuado final.

  3. carlos dice:

    Me gustó mucho. Con un justo final

  4. Yael Rodríguez dice:

    Me encanta! 🙂

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