Un año de logros y sorpresas

Antes que nada —y todavía jadeando—, te deseo un 2015 lleno de ideas, de hallazgos y de sorpresas (de las buenas). Estaba apurado porque ya van cuatro días y yo ni aparecía para saludarte. 

Seguidito y sin respirar: Taller de verano. Comienza esta semana y quedan unos poquitillos lugares para que te sumes. Acá te dejo el enlace: https://www.escribir.com.ar/talleres/taller-literario-de-verano/. La idea es que al menos la cabeza se vaya un rato de vacaciones.

Bueno, ahora que recuperé el aliento, te cuento finalmente que este 2014 ha sido el año más especial del taller. Primero porque las Tertulias para escribir cumplieron cinco años. Pero además de las particularidades del sistema decimal, donde el 5 entra en la lista de números a remarcarse, hay cuatro hechos que hicieron de este año uno para recordar.

Primero, la expansión del taller.

En este lustro, el taller que todos conocemos se ha expandido en cuatro direcciones: 1) el Taller Virtual, que da cada día mejores resultados; 2) el de Taller de Creación Literaria y Psicoanálisis, que di en la Universidad Nacional de Córdoba junto a la lic. Lorena Cuestas; 3) el Taller de Verano, que le ha permitido explorar su escritura a gente que le es imposible el resto del año y 4) el Taller La Palabrería que se dictó en la Biblioteca de la Legislatura y permitió que mucha gente pueda introducirse en la escritura creativa sin perseguir un género determinado.

En segundo lugar, la Antología 2014.

Esta quinta edición, presentada el 18 de diciembre, volvió a acusar una gran convocatoria de autores, cuarenta, quienes integraron un volumen que superó las 460 páginas y que tan orgullosos nos pone a quienes hemos trabajado, a veces hasta las tres de la mañana, para llevar adelante tamaña mole que ya pasea por el mundo, según nos reportan desde varios confines.

Tercero —y derivado de lo anterior—, el nacimiento de nuestra propia editorial, Scriptum.

La editorial ve la luz de manera orgánica y coherente, sustentada en razonamientos más que sencillos: si en los últimos años la repercusión de nuestras antologías ha sido más que favorable por el público lector, además de que nuestros contertulios obtienen galardones y son publicados en sitios considerables, esto es señal inequívoca de que hay autores dignos de ser publicados. Si le sumamos que este año se van a terminar las primeras novelas (hoy el género más potable de ser comercializado), cae de maduro que sería penoso que estos textos no vean la luz más allá del taller. Pero además, considerando lo difícil que es publicar, ya que hoy las editoriales tradicionales se encuentran capeando un temporal tanto económico como de formatos y formas de trabajar, la oportunidad de que un nuevo jugador entre a competir es inevitable. Por todo esto es que ha nacido Scriptum y ahora, ¡a hacerla crecer! Los manuscritos que se están recibiendo son, en algunos casos, buenas promesas.

Cuarto y último: revelo TOTALMENTE la sorpresa.

Cuando comencé años atrás, las Tertulias funcionaban en mi casa y nunca me hubiera imaginado que se convertirían en el monstruo colectivo que son hoy. Con el correr del tiempo las Tertulias fueron copando lugares de renombre: Universidad Nacional de Córdoba, Biblioteca Córdoba (donde sigo), Biblioteca Legislativa Arturo M. Torres y el Café-Librería del Alba. Y entonces me di cuenta de algo: uno siempre vuelve a casa. Esta afirmación, aquí, se hace cierta. Las Tertulias tenían que volver a casa, pero no a la misma sino a una propia, confortable, céntrica, ajena a decisiones de terceros y diseñada específicamente para su funcionamiento. Una casa en la que comencé a trabajar el día después de la presentación de la Antología 2014 hasta ayer, para ponerla a punto. Es una apuesta que me produjo vértigo, sí, pero aún así doy el salto y, desde esta semana, nuestra nueva casa funciona en el prestigioso Pasaje Muñoz, San Martín 165, 1º piso, oficina 19. Si querés más indicaciones de cómo llegar, hacé clic acá. Mientras, te adelanto algunas imágenes:

Hasta aquí el 2014, ahora comenzamos con el 2015, que hay mucho todavía por lo que escribir. Gracias por haberte tomado el tiempo de leer estas palabras que no hacen otra cosa que encubrir entre líneas un agradecimiento a vos, que de alguna manera formás parte de este taller.